23. PRIMAVERA QUE NO LLEGA
¡Hola, ratillas! Vaya tarde de domingo se ha quedado, parece
noviembre. A ver si pasa la borrasca. Seguro que más de uno de vosotros tenía
pensado hacer el cambio de armario, pero no hay manera.
Todos tenemos ganas de que un día salga el sol, suban las
temperaturas, caigan el abrigo y el edredón nórdico, arrinconar las botas, y
desempolvar las sandalias. Parece que hace más ilusión que lo contrario. ¿O no?
Pero de pronto, con lo bien que nos habíamos portado llevando al día el
presupuesto, nos surgen mil necesidades… o caprichos. Es ponerse a navegar, y
ver todo el rato anuncios de nuestras tiendas online favoritas, y apetecernos
todo, aunque solo sea porque estamos hasta los pelos del estado de alarma.
Por supuesto que nos merecemos esa fruslería que nos levanta
el ánimo un tiempo, pero no hace falta crearse necesidades de todo tipo, hasta
el punto de renunciar a ella porque se nos ha cruzado una reunión de trabajo y
nos han comido el coco con la obligación de estrenar americana. Veamos si somos
ratitas presumidas o ratillas de pro.
Vamos por partes:
1.
Saca del armario todo lo de primavera-verano, y
ponlo a la vista. Agrúpalo por “familias”: deporte, dormir, baño, oficina,
fiesta, casual/salir.
2.
Separa lo que ya no usas, y decide qué hacer con
ello.
a.
Darle otro aire, y combinarlo de otra manera, si
te sirve
b.
Si ya no te gusta ni te sirve, intenta venderlo
o donarlo. ¡O intercámbialo con otra persona por otra cosa! Los dos cambiáis un
poco, sin gastar.
c.
Si necesitas espacio en el armario y no puedes
esperar a vender esa prenda o complemento, deposítalo en contenedores de ropa
usada. Seguro que vienen bien a alguien que lo pueda necesitar, una vez más
antes de ir al mar.
3.
Apunta en una hoja las necesidades que vayas a
tener durante la temporada, a modo de lista de la compra. Pongo unos ejemplos:
a.
Entrevistas, reuniones y eventos de trabajo: Con
dos outfits completos, vas que chutas, si eso no es donde más te gusta gastar.
b.
Celebraciones familiares (bodas, bautizos,
comuniones – en adelante, BBC). Me remito al post de las comuniones.
c.
Vacaciones: ¿playa, montaña o pueblo? Si tienes
una sudadera en buen estado y vas a Almería, no te hacen falta dos. Pero si vas
a Asturias, a lo mejor te viene bien una más. Apúntala en la lista, y acuérdate
de que combine con tus deportivas. Así no necesitas dos pares, gastas menos, y tu
maleta es más ligera.
4.
Una vez decidido lo que vas a necesitar, es el
momento de decidir cuándo comprarlo. Van unos ejemplos frecuentes:
a.
Chaquetas, jerseys y calzado cerrado: Salvo que
no te valga ni uno, o sean todos del año Maricastaño (y no te dé igual), espera
a rebajas para eso, sobre todo si vives en una zona de clima seco y
temperaturas extremas. Estamos a 25 de abril, y hace de abrigo todavía. No
pagues el doble por una prenda que se va a quedar encerrada hasta que le dé por
hacer bueno. He visto muchos abrigos en la pradera de San Isidro. Si te ha
gustado mucho algo, mira si alguna tienda hace “Mid season sale”. Ahora se
vende eso más que en pleno julio.
b.
Bañadores, complementos de playa y ropa de
dormir. Si te han invitado a la costa nada más que nos suelten, muchas tiendas
hacen descuentos muy interesantes en la “Mid Season Sale”. No te quedes sin
ellos. Pero si puedes esperar, mismo consejo que arriba. Por otra parte, ten en
cuenta que la ropa de baño termina machacada por el sol, el salitre y el cloro.
c.
Sandalias, tops de tirantes y prendas de seda,
lino u otros tejidos fresquitos: Salvo que te aterrorice que se acaben cuando
llegue julio, te invito a esperar a rebajas y no pagar de más por tenerlo en el
armario mientras hace así de malo.
Y ahora, con tu lista y tu presupuesto… ¿qué vas a hacer
este verano lo que te has ahorrado? ¿Podrás volar al extranjero con seguridad?
Ojalá. O igual no te apetece tanto, pero prefieres un poco de marisquito en
Galicia. ¿O te tienes que quedar en tu ciudad… y lo compensas con ese bolsito
que no te deja dormir, ya que te has ahorrado la tercera chaqueta de oficina? A
lo mejor no se suspende algún festival este año, y si te han vacunado, no te lo
pierdes por gastar en cosas que no necesitas tanto. ¡Ánimo, que ya queda menos!
Comentarios
Publicar un comentario