24. En el arca de Noé caben todos (¿seguro?)
Buenas a todos, hoy también. Parece mentira que, después de
tanto tiempo, no hayamos hablado todavía de mascotas en Me subo el sueldo.
Puedes saltártelo…
…si no quieres bichos en casa
…si sueñas con un chihuahua de pedigree para tu bolso de
Carolina Herrera
…si tu mascota viste a juego contigo
…si tu casa es el sitio donde haces y deshaces maletas entre
viaje y viaje
Pero si quieres tener uno más en la familia (o un compañero
de piso de otra especie), y te tira para atrás el dinero (o un poquito también la
pereza), sigue leyendo. Tenemos una lista de costes que te puedes ahorrar sin
hacer la vida imposible al animalito.
1.
Adquisición: Hay muchos refugios de animales
circulando por las redes, donde están esperando que gente como tú los adopte. Y
así no lo compras. Tampoco necesitarás un préstamo, muy a pesar de las
financieras (sin acritud). Otras opciones: la Policía “jubila” a sus perros,
entérate de cómo llevarte uno si no te importa que sea mayor. Ya está entrenado.
Vale también para los de la ONCE, o en general, para cualquier perro más que hecho
y derecho, que ya no “sirva” para cazar o de guardia).
2.
Gastos veterinarios y administrativos: Algunos
dependen de la “calidad” de tu mascota (propensión a ciertas enfermedades), o
de su “estilo de vida” (pelearse, ponerse en peligro…). Si hablamos de perros,
no dejes de mirar seguros (con o sin Rastreator), porque los hay que cubren
desde daños que puedan hacer a terceros, hasta accidentes, incluso se hacen cargo
de las gestiones cuando se van. Algunos otros, como las vacunas o papeleos, son
indispensables, así que puede que te compense. Si tienes otro animal, o
directamente no necesitas seguros, compara varias clínicas, e infórmate de los
posibles requisitos burocráticos.
3.
Alimentación. Esto no es un post de nutrición
animal, sino de economía. Tú sabrás qué le das a tu amigui, pero échate un
vistazo al post “La cesta de la compra”, que algunas cosas no solo valen para
personas. Si te da pereza, te lo resumo.
-
Si compras en formato grande, te saldrá más
económico, sobre todo si es pienso, semillas o cualquier producto seco.
-
Si vas a darle procesados (lata o fiambre), mira
la composición además del precio.
-
Si compras “real food”, puedes ir al mercado, y
llevarte pescado que baje de precio por no venderse al final del día, o esa
parte del principio o del final de la pieza de carne, que no da para un buen
filete.
-
Si es herbívoro, no te compliques. Dale de tus
mismas verduras.
4.
Ajuar.
-
Si necesita jaula, piscina, o acuario, puedes
comparar productos muy similares en distintos establecimientos. Hay mucha
variación de precio de unos a otros.
-
Si es peludo y vive “en libertad”, pero solo en
interior, puede dormir en esa manta de sofá que ibas a tirar porque se estaba
haciendo pelotillas. Aplicable a las toallas, para cuando viene de la calle y
ha llovido.
-
Si vive al aire libre en un jardín o parcela,
durmiendo a cubierto en una manta o alfombra vieja va que chuta. De verdad, no
necesita cojines personalizados.
-
Los peludos NO necesitan ropa ni complementos.
Otra cosa son TUS gustos, pero no es SU necesidad. Tu bolsillo lo agradecerá.
En cambio, puedes invertirlo en una correa con arnés si es un perro, para no oprimirle
el cuello al tirar.
5.
Higiene.
-
Salvo que necesite algún producto específico
(problemas de piel o parásitos), en cualquier supermercado hay jabones y
champús para peludos, que están bien de precio.
-
No necesitan colonias de fresa, por mucho que tu
amigo el de la tienda de animales te insista. Es más, los perros lo odian.
Odian todo lo que a los (más o menos) humanos nos huele bien.
6.
Estilo de vida: elige a tu compi según el tuyo,
os llevaréis mejor.
-
Si tus deportes favoritos son el zapping y el
sillón-ball y no te estás planteando cambios, no tengas perros. No son muy
futboleros, y pasan de Netflix. Ten un animal que no necesite salir, a ser
posible en una jaula.
-
Al contrario: si eres muy movido, o solo te
falta un empujoncito para salir más al campo, a correr o a dar paseos más
largos por tu zona, con un perro lo harás encantado. Perdón, lo haréis
encantados.
-
Si eres muy viajero, cambia el avión por
transporte terrestre, y ten un transportín. Y busca sitios donde los acepten,
que hay muchos hoteles, campings y casas rurales. ¡Que nada os detenga ni os
separe!
-
Si no queda otra que no llevártelo de viaje, hay
residencias de animales. Compara precios. Hay familia y amigos que te lo pueden
cuidar encantados, pero no tienen obligación, y no siempre les va a venir bien.
Eso es de ratillas, pero uno de pro siempre tiene un plan B.
Bola extra: Si tu animal vive cautivo, te lo puedes saltar.
Pero si no, edúcalo bien. No se trata tanto de que dé la patita como de que te
obedezca, no haga sus “deberes” donde “no debe”, no ande flirteando a tus espaldas,
y tenga un objeto fijo para afilarse las uñas o morder cuando cambie la
dentadura. Ahorrarás en parquet, cortinas, indemnizaciones y disgustos.
Comentarios
Publicar un comentario