25. Vacaciones de verano IV – Son mis amigos
¡Hola, ratillas! Este ya es el último post de la serie. Para que veáis, lo estoy escribiendo ahora, y así os tiempo a planificar.
Tengo que confesaros que aquí no voy a poder escribir todo lo que me gustaría. Os debo otro mejor al año que viene, a no ser que me toque la lotería y ya no me haga falta subirme el sueldo. Los mejores planes que se me ocurren con amigos, parece que no pueden ser tampoco este año. Paciencia, la vacunación está avanzando rápido.
Parece un poco difícil imaginarse planes que no sean meterse al mogollón en conciertos, festivales, playas de sitios muy conocidos donde la diversión está asegurada, fiestas populares a las que todos los españoles “hemos de ir” al menos una vez en la vida… Pero eso no quiere decir que no haya cosas que hacer, así que cero de desanimarse. Todos los días sale el sol (chipirón), y eso no lo quita ni la pandemia.
1. A lo “Thelma y Louise” (los chicos, como “En el camino” de Kerouac).
De dos en dos. Lo más fácil para ponerse de acuerdo es ser los menos posibles. Plantearse el viaje como una ruta en coche o moto, para disfrutar por el camino, con alguien de confianza, es un gran plan. Pero no es el más barato, salvo que los dos sean flexibles con las paradas. Se puede optimizar el presupuesto aprovechando las etapas largas pernoctando en sitios no turísticos. La cosa es improvisar sobre la marcha, y dejarse sorprender. Es recomendable llevar una tienda y sacos, por si no apetece tener todo reservado, o se va a sitios donde no esté tan prohibido eso de acampar. Esto permite improvisar sobre la marcha, que llevamos todo el año planificando. Se puede hacer también en transporte público, pero depender de horarios limita el factor “aventura”. Y este tipo de viaje también admite autocaravana o furgo camperizada, pero el precio de estos vehículos no es lo que más seduce a un ratilla de pro, salvo que sea su estilo de vida, más allá de unas vacaciones atípicas.
2. “El reencuentro”, como en American Pie.
Tras tanto tiempo encerrados o limitados nuestros movimientos y encuentros, ¿a que hay ganas de volver a coincidir toda la panda? Para eso se puede alquilar una casa rural o chalé, mejor en un sitio poco turístico. Mejor aún, que se tire el rollo el que tenga casa en la playa, montaña o pueblo. La cosa es estar juntos el grupo, y no tanto ir al mogollón. Dos voluntarios cargan el coche de provisiones del súper, y se ahorra en chiringuitos como obligación (esto no impide ir de vez en cuando). En una casa con espacios exteriores se pueden hacer barbacoas y relajarse con el volumen de la música, que será vuestra playlist favorita. Por cierto, pronto sacará Me subo el sueldo la suya propia en Spotify, para amenizar fiestas… o atascos. Intentando llevar el mínimo de coches se ahorrará gasolina, que me ha dicho un pajarito que le van a poner un impuestazo, aprovechando las ganas de viajar que tenemos todos. A ver si con lo recaudado arreglan las carreteras, que ya va haciendo falta.
3. Varios amigos, con sus familias.
Me remito al post “We are family”.
4. Otros tipos de rutas.
Este verano sí que puede ser bueno para ir con los amigos a hacerse un viaje en bicicleta por etapas. El Camino de Santiago es solo una opción que, como dije en otro post, no es la mejor en año jacobeo, ni por precios, ni por aglomeraciones este año. Pero hay muchas otras rutas en España y fuera. Y muchos trenes donde dejan ir con las bicis. También se puede hacer en moto. O de montaña o senderismo. Nada impide volar, pero si no te apetece, déjalo para otro año, y ve adonde puedas con tu coche, o a destinos no tan solicitados en transporte público. Por eso de distancias y mascarillas.
5. Viaje cultural.
O a un destino fijo, o moviéndose, el verano es la época del año con más luz, para que cunda más el tiempo cuando se visitan monumentos y museos. Huir de la costa y de los lagos que todos conocemos abaratará costes, y evitará multitudes.
6. Actividades acuáticas.
Puede ser el mejor plan para los más aficionados, o un buen plan B para quien no lo es tanto. Para éstos, el consejo es pedir prestado el material, alquilar o comprar de segunda mano, y contratar el alojamiento todo el grupo en bloque, si no es en un barco.
Bola extra: Si tu amigo más incondicional no es de tu especie, léete los posts “Here I go” y “En el arca de Noé”, para minimizar gastos innecesarios, sin perderos los mejores momentos.
Otro año habrá otro post mejor. Lo prometido es deuda. ¿Me lo recordaréis en comentarios?
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